Coronada de estrellas te encontramos,
Madre. Desde que atravesamos el dintel de la
puerta que nos conducirá a Ti, tu bendito Hijo, nos brinda ese acercamiento que
tan deseosos estamos. Sus brazos abiertos nos reconforta y nos
llena de gozo al ver cómo, ambos, nos recibís.
Hemos ido tachando día a día en el
calendario esperando tan ansiado momento de poder besar tu divino pie. Mes tras mes nos llevan hasta tu atenta
mirada. Un año en el que te rezábamos como
sabemos pero desde la lejanía y hoy, por fin, podemos tenerte a escasos
centímetros.
Recoge todas nuestras oraciones y la de
aquellos y aquellas que se acercan a tu presencia. Ampara a los que llevamos
mucho tiempo ante tu mirada y protege a esos nuevos corazones que por vez
primera te han visto. Sigue siendo, como siempre, nuestro
Auxilio.
Déjenos acercarles al Besapie de María
Auxiliadora de la Trinidad a través de esta galería fotográfica. Y como siempre
les pedimos...